viernes, 23 de marzo de 2012

Con mensaje

Desde hace unos pocos años, hay una discusión recurrente entre un grupo de mis mejores amigos sobre cuál es el más friki de todos. Para mí no existe ninguna duda de la clasificación y en un grupo de tanto nivel, creo que ocupo uno de los puestos bajos, luchando dignamente por la permanencia. No por acaparar yo solo todo el protagonismo de este blog, sino por salvaguardar su intimidad, no daré detalles de sus nombres ni de sus méritos.

Tengo una afición que me hacer ganar puntos en esa competición, lo admito. Sigo creyendo que aun no me lleva a los primeros puestos, pero recurrentemente es utilizada para intentar auparme en la clasificación. Es mi pasión por lo que yo llamo canciones con mensaje. En el número del Homenaje a Manuel Darío, de Les Luthiers, se dice sobre el cantautor que "sus canciones tristes son para llorar y sus canciones alegres, también son para llorar". Bueno, eso mismo podría decirse de algunos de los grandes artistas que nos han dejado canciones con mensaje.

Para empezar con algo fácil, que cualquier pueda ubicar, empezaré por un gran conocido. Encuadrado en esa categoría, y ocupando un puesto importante, tengo a un genio del mensaje: el gran Georgie Dann. Como ya he tenido que defender esta tesis muchas veces, imagino la reacción de la mayoría de los lectores. Pero sí, Georgie Dann ha hecho mucho por la música con mensaje. Es cierto que a todo el mundo le vienen a la cabeza dos palabras en esta situación: barbacoa y chiringuito. Bueno, alguno también se acordará del negro. Música pegadiza, baile fácil y letra vacía, ¿verdad? Pues nada más lejos de la realidad. Las letras de Georgie Dann encierran mucho más mensaje del que parece. Porque todo el mundo recuerda "el chiringuito, el chiringuito". Pero ¿quién recuerda el menú que se sirve en ese chiringuito? "Conejo a la francesa, pechuga a la española y almejas a la inglesa". ¿Hay mensaje o no hay mensaje?

¿Y qué decir de las letras de "El soltero"? No la voy a reproducir aquí, solo recomendaré encarecidamente una audición pausada y atenta de esta canción. Y no solo de esta, de "La duchita" o de "El amor hay que hacerlo a la mañana". ¿Alguien sigue pensando que no hay mensaje? Georgie Dann, un hombre proclamado rey sin igual de la canción del verano que tiene el atrevimiento de parodiarse a sí mismo con un tema que repite "Me cago en el veraneo". No creo que haga falta defenderlo más, pero solo añadiré para quienes piensen que este hombre está acabado, que es de otra época, que en 2010 creó "La gallina cha-cha-cha". El gran mérito de Georgie Dann es deslizar mensajes de semejante calado en música veraniega pegadiza. Un adelantado de la pedagogía moderna. Y, centrado como estoy aquí en el mensaje, no me extenderé en otras dos grandes aportaciones suyas: sus bailes con requiebro y haber introducido bailarinas en tanga por primera vez en la historia de la televisión española.

Menos conocido, pero posiblemente, el artista más grande que este país le ha dado a la música con mensaje es Cecilio. Es cierto que hay otros autores de temas tan brillantes o más que los suyos, pero ninguno ha mantenido un nivel tan alto en una producción larga. Cecilio ha colocado en el mercado ¡21 cintas de cassette! Eso es fácil para los artistas facilones, pero no para los creadores más sesudos. Cecilio, un visionario donde los haya, escribe hace más de diez años "que yo no quiero euros, que yo quiero pesetas". Solo por este mensaje, respaldado por un premio Nobel como Paul Krugman, Cecilio ya debería pasar a la historia. 

Cecilio, un hombre enamorado de su tierra, ha cantado a "Navalmoral de la Mata", a "Cordobita la Llana", "a Extremadura"... Pero como declara en uno de sus temas, "soy ciudadano del mundo y no lo puedo negar". Sus inquietudes traspasan las fronteras de su pequeña patria. Y canta "Qué bonito es Tarragona", "Barcelona bonita", "Málaga bella", "Me gusta mucho el Peñón", "Las Islas Baleares", "Quiero vivir en Canarias" e incluso se atreve a cruzar el Atlántico y cantar "Por las calles de La Habana". Un genio de los versos octosílabos, con especial predilección por la copla, estrofa que utiliza como vehículo para gran parte de sus mensajes.

Conocido por su estilo más provocador, alejado de la ingenuidad casi naif de "Tiene una cosa mi novia" de Cecilio, destaca El Payo Juan Manuel. El Payo se atreve, por un lado, con clásicos de la talla de "Una vieja y un viejo van a Albacete". Enfrentarse a ese reto tiene un indudable mérito en sí mismo. Pero es en sus composiciones propias donde saca lo mejor de sí mismo, jugando con temas sexuales tratados, generalmente, con palabras llanas que llegan fácilmente a su público. Es un tema en el que los cultismos no ayudan a difundir los mensajes. Así, uno de sus temas estrella cuenta la historia de una chica que visita al médico porque le pica "El mejillón". Qué duda cabe que se trata de un tema delicado que la mayoría de los artistas han pasado por alto, tal vez, por falta de compromiso. En la misma línea metafórica cuenta con "La almeja" y "La butifarra", esta, no obstante, abriendo el repertorio fuera de la fauna marina.

Aun más comprometidas son sus canciones sobre temas más marginales como "El prostituto", "Grifa" o "Cambio de sexo". Destaca El Payo aquí por el valor, la franqueza y, al tiempo, la sencillez de sus letras en temas tan delicados. Es normal que tenga que liberar esa tensión con temas luego algo más relajados como "Me corro, me corro" "Paja, paja" o "¡Qué golfo soy!" Bien merecido lo tiene.

He intentado hacer aquí mi propio podio de artistas del mensaje. He valorado muchas cualidades para realizar esta selección y me ha costado dejar fuera a otros muy grandes, como Luixy Toledo, Los dos españoles, Dandy Salomon o Deme, el castellano. Sí quiero hacer mención a un hombre que pasará a la historia por sus grandes virtudes en el mundo del deporte y no por su contribución al mundo de las canciones con mensaje, a pesar de haber cantado "Todos los fusibles se rompieron a la vez". Se trata de Johan Cruyff y admito que no capto todos los matices del mensaje de su canción al estar cantada en holandés. Pero sé a quién pedir ayuda.

Para no saturar con tanto mensaje, un blues instrumental.


2 comentarios:

  1. Benedicto Dieciséis23 de marzo de 2012, 22:06

    Minipunto doble clarísimo.

    Este panegírico te coloca en el lugar frikistico que te corresponde, y que está en las alturas

    Tostustuus

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  2. Felicidades!!!!!!
    Ahi seguiremos contigo peñasuki. Besos y abrazos .

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