martes, 6 de marzo de 2012

Genios, que no mitos

No soy un mitómano. Vaya eso por delante. Admiro a mucha gente, algunos de ellos famosos y otros anónimos, pero no llego a la mitomanía. Es cierto que volar a Nueva York a pasar la Nochevieja escuchando un concierto de Sharon Jones en un teatro de Broadway puede interpretarse así, por la cantante, la ciudad y la fecha. Pero no deja de ser un simple capricho y hay muchas pruebas de que no alcanza el grado de mitomanía.

Hay multitud de fenómenos y de personas admirables. Muchos nunca han dado el salto de admirar a suficiente gente como para lograr la fama. Pero a mí me siguen admirando y tengo la fortuna de tenerlos alrededor. Hay otro grupo de fenómenos y de personas que son seguidos por multitudes sin que en mi opinión tengan ningún mérito para ello. Aquí me voy a mantener políticamente correcto y no voy a enumerar a nadie. Pero estoy seguro de que cada uno puede realizar su propia lista de "admirados inmerecidos", dignos de formar parte de la que Mary y Yale llamarían en Manhattan la "Academia de los sobrevalorados" ("Academy of the overrated" en el original). Por último, hay un grupo selecto de individuos, de paisajes, de animales... que han conseguido un notable consenso sobre su excepcional capacidad de despertar admiración. No digo unanimidad, pero sí consenso. ¿Quién se atrevería a dejar fuera de una historia de la música a Mozart o Duke Ellington, a Picasso de la pintura, a García Márquez de la literatura o a Zidane del fútbol?. Y eso que en cuanto de alguien se sospechan ciertas posiciones ideológicas, los méritos se ponen en duda. Como muestra, recomiendo el artículo que Libertad Digital dedicó a la muerte de Saramago -no confundir con Sara Mago, la célebre pintora-. http://www.libertaddigital.com/sociedad/muere-el-escritor-portugues-jose-saramago-1276395500/. Curiosamente, esta crítica sigue a la excomunión del escritor por la que la Santa Sede no perdió ni un segundo, ya que la dictó justo después de su muerte e incluso antes de su entierro. Pero con la Iglesia hay que tener cuidado, porque si por ella fuera, Galileo no habría tenido ninguna relevancia.

A pesar de esta crítica a la Iglesia, tengo que admitir que tiene una enorme capacidad de rectificación, como demuestra la primera misa en homenaje al propio Galileo en 2009, solo 376 años después de condenarlo a la cárcel. Vaya cada cual echando sus cálculos de cuándo se esperan algunas otras rectificaciones. 

Volviendo a la lista de los admirados, quiero dedicar esta entrada al que ocupa el primer puesto en mi clasificación particular. Un pequeño neoyorquino director de cine. Insisto en que mi seria admiración por este hombre no llega a la mitomanía por el hecho de tener en DVD prácticamente todas las películas en las que ha participado como actor o director. Para mí eso es solo la posibilidad de repasar algunas escenas o películas completas en el momento en que me apetece. Pero nunca he hecho por ir a verle en ninguna de sus visitas a España ni he coleccionado todo lo que tiene que ver con él... El detalle de usar el pseudónimo de Isaac Davis para viajar a Nueva York era un guiño a mis acompañantes más que ninguna otra cosa.

Este hombrecillo ha conseguido 15 nominaciones a los Óscar en la categoría de "Mejor guión original", de las cuales ha ganado 3. ¡El guionista más premiado en la historia de los Óscar! Y no precisamente por ser un tipo muy querido en la Academia. Pero es que es muy difícil competir con "Hannah y sus hermanas" o "Annie Hall". Y eso que yo le habría premiado muchas más veces, ¿o hay guiones mucho más ingeniosos que los de "La rosa púrpura de El Cairo", "La maldición del escorpión de Jade" o "Manhattan"?

¿No es genial la relación entre Cecilia y el personaje Tom Baxter? Un hombre perfecto, salvo por ser irreal, que sus compañeros de escena detrás de la pantalla intentan recuperar a toda costa. Y genial es también la relación de odio entre el detective CW y la auditora Betty Ann que se transforma cuando están bajo los efectos de la hipnosis.

Pero si algo ha tratado de manera brillante Allen en sus películas es la relación de parejas. Sin artificios. Qué une y separa a una pareja, las crisis, la fidelidad... Manhattan, donde Isaac descubre demasiado tarde que el amor de la jovencita Tracy es lo más valioso que tiene, mucho más que la relación intelectual con la fría Mary. Hannah y sus hermanas, con Elliot satisfaciendo su fantasía con Holly, la hermana de su mujer para luego olvidarse de todo y volver a su anodina pero estable vida matrimonial. O el tonteo de Roth con su alumna Rain mientras su mejor amigo Jack se separa de su mujer para tener una aventura con una joven bio-atlética que le llena solo durante unas pocas semanas y descubrir lo feliz que era en su matrimonio. Historias cotidianas narradas con brillantez utilizando unos personajes absolutamente humanos, imperfectos, nunca totalmente cerrados.

En otros tiempos, habría aprovechado para recomendar algún buen libro sobre Woody Allen que recopila muchos de los mejores diálogos y citas de sus películas. Pero hoy día uno no tiene más que hacer una sencilla búsqueda en internet o esperar el tiempo suficiente a que alguien el mande un correo encadenado con algunas de esas citas en una presentación en powerpoint. Me sigue fascinando, por cierto, que alguien se dedique a crear estas presentaciones que recopilan cualquier cosa, pero que tienen un factor común: utilizar como fondo fotos de paisajes naturales en los que el sol sale o se pone; animales, preferentemente cachorros; y bebés. Aparte de la fijación por este tipo de imágenes, me resulta molesto el ritmo al que se programa el paso de las páginas. Si uno no entra en éxtasis con la frase ni con el paisaje desea pasar página más rápido y acaba pasándolas de forma manual y a toda prisa.

Como digo, no voy a dejar ninguna referencia bibliográfica, pero sí más enlaces de los habituales: Hoy, tres pequeñas joyas:
http://www.youtube.com/watch?v=Lcd3v3xpcMw
http://www.youtube.com/watch?v=lQa3IArTImU


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